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Resumen Meditaciones Metafisicas - Descartes
Filosofia (2702)
Universidad Nacional de La Matanza
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Puedo dudar de todo, pero no del hecho de que yo piense. El pensamiento del hombre es la ̇nica prueba de su existencia. Descartes plantea la duda respecto al principio fundamental de la filosofÌa: al igual que en las matem·ticas, solo quiere aceptar como verdadero aquello que se demuestra sin lugar a dudas. La experiencia de que las sensaciones pueden engaÒarlo lo disuadiÛ de llegar a la verdad mediante la observaciÛn empÌrica. Descartes convierte en el centro de atenciÛn de su epistemologÌa al individuo que existe ̇nicamente a travÈs de su pensamiento.
Descartes comienza la primera meditaciÛn con un objetivo: buscar un mÈtodo para alcanzar la certeza y la verdad. Expresa que, a lo largo de su vida, ha concebido como verdaderos muchos conocimientos que resultan ser falsos. AsÌ, plantea que es necesario reconstruir sus conocimientos, y el primer paso es crear una base firme donde estos puedan asentarse.
El autor, en un principio, afirma que es necesario llegar a un estado adulto/de madurez para realizar este cuestionamiento, para no poder esperar que haya otra, tras ella, m·s apta para la ejecuciÛn de su propÛsito, puesto que se sentirÌa culpable si gastara en deliberaciones el escaso tiempo que le queda. EN CRIOLLO: En una edad m·s avanzada, el tiempo es escaso, por ende, es m·s seguro que vaya a usar su tiempo en los an·lisis realmente necesarios.
Para esto plantear· el uso de la DUDA MET”DICA, es decir, de la duda como mÈtodo para obtener y verificar el conocimiento, e intentar· destruir todas sus antiguas opiniones. Como el tiempo es escaso, no ser· necesario analizar todas, sino las fuentes de conocimiento de esas opiniones. El criterio para delimitar que conceptos pueden usarse como base es simple: Todo fundamento que genere alg ̇n tipo de duda, queda descartado. Entonces, ante la
rene descartes
necesidad de llegar a una verdad de la que no se pueda dudar de ninguna manera, recurre a poner todo en duda.
Descartes comenzar· poniendo en duda las bases desde donde adquirimos el conocimiento:
z SENTIDOS: El autor pone en duda si el conocimiento que estos nos proporcionan es realmente cierto, puesto que estos tienen un margen de error y pueden ser engaÒados. Tienden a engaÒarnos en la percepciÛn de algo lejano, como no percibir correctamente una sombra, o equivocar el tamaÒo de un objeto que vemos sumergido bajo el agua.
EJEMPLO CRIOLLO: Cuantas veces habremos visto en tik tok o en redes sociales la tÌpica foto del vestido que cada quien veÌa de una tonalidad diferente, o ilusiones Ûpticas, o audios en los que, si lees X palabra escuchas como dice eso y si lees otra, entonces vas a escuchar algo diferente; bueno, asÌ se engaÒan los sentidos.
Entonces, nos hacen dudar del conocimiento sensible de lo m·s lejano, pero øy lo cercano? Es difÌcil dudar de que estoy aquÌ, en este lugar y con esta ropa. Para explicar esto, el autor compara lo que captamos por los sentidos con las alucinaciones de los locos o, donde m·s hincapiÈ se har·, con las im·genes que nos representamos en sueÒos. En esta ̇ltima comparaciÛn, habla de la dificultad para distinguir algunas veces entre el sueÒo y la vigilia: quÈ tan verdadero es lo que soÒamos y quÈ tan verdadero es el estado de vigilia. Para Descartes a veces resulta difÌcil diferenciar, ya que algunos sueÒos le parecen muy reales. Esta es una forma en la que los sentidos resultan engaÒados, puesto que, mientras soÒamos, podemos ver y sentir una aparente realidad, pero que resulta ser imaginaria. Como el autor dice: Cu·ntas veces no me habr· ocurrido soÒar, por la noche, que estaba aquÌ mismo, vestido, junto al fuego, estando en realidad desnudo y en la cama.
AsÌ, podemos decir que no podemos creer lo que nos dicen los sentidos como una realidad, ya que no podemos fiarnos de algo que ya nos ha engaÒado una vez. EN CRIOLLO: Si ya sabemos que los sentidos pueden engaÒarnos, no sabemos si lo hacen, cÛmo, ni cu·ndo lo har·n, asÌ que no podemos confiar en ellos para delimitar un conocimiento.
z CIENCIAS DURAS: Bueno, ya sabemos que no podemos fiarnos de los sentidos y, por consiguiente, tampoco podemos fiarnos de las ciencias que se basan en estos, como la astrologÌa, u otras ciencias situacionales, pero øY las ciencias duras? La matem·tica, por ejemplo, no deja un lugar claro de duda: Estando dormido o despierto, 2 + 3 es 5 y un cuadrado tiene 4 lados. AquÌ, Descartes va m·s all· y plantea otro argumento para poner tambiÈn en duda a estas ciencias, este es el argumento del genio maligno: Descartes sugiere que tal vez hemos sido creados por un Dios que nos obliga a engaÒarnos sistem·ticamente, que ha dispuesto nuestra naturaleza de tal modo que creemos estar en la verdad cuando realmente estamos en el error. Se puede decir que este manipula casi todas las cosas. AsÌ, este genio maligno utiliza todo su poder para alterar la realidad y engaÒar al individuo, de modo que solo consiga informaciÛn errÛnea. En cuanto a la palabra "genio” nos dice que podrÌamos llamar asÌ al Dios que tal vez nos ha hecho de ese modo para no confundirlo con el Dios cristiano, del cual se predica siempre la bondad.
Descartes plantea en esta segunda meditaciÛn mostrar que el conocimiento no viene de los sentidos sino del entendimiento. Para esto, utiliza el ejemplo de la cera:
El autor, pone como ejemplo un trozo de cera. Al comienzo explica cÛmo es su olor, su forma y su color todas propiedades que son captadas a travÈs de los sentidos. Luego decide acercar la cera al fuego y se da cuenta de que todo lo anteriormente mencionado percibido por los sentidos desapareciÛ: su color m·s oscuro, su olor, hasta incluso su forma ha cambiado. Pero entonces, øsigue siendo la misma vela? La respuesta es sÌ.
A partir de este argumento, Descartes muestra que no conocemos mediante los sentidos sino por el entendimiento. La cera puede cambiar de forma, pero mediante la razÛn sabemos que no cambia, sÛlo el entendimiento es capaz de captar la esencia y la identidad de las cosas. Descartes saca de ello, entonces, la consecuencia de que nuestra mente es m·s f·cil de conocer que nuestro propio cuerpo.
Una vez que descarta los sentidos y la imaginaciÛn, y determina que hay algo que est· siendo analizado por su pensamiento, deja de dudar.
Resumen Meditaciones Metafisicas - Descartes
Asignatura: Filosofia (2702)
Universidad: Universidad Nacional de La Matanza
