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Revolu Indigena - Nota: 10
Hist Honduras (HHG-0401)
Universidad Tecnológica de Honduras
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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE HONDURAS
Título: Resistencia indígena de Honduras y la verdadera historia del
cacique Lempira
Autor: Guerrero Dubon, José Esteban
Asignatura: Historia De Honduras
Catedrática: Karen Ramos
Lugar y fecha: San Pedro Sula, Cortés. 9 de marzo 2021
INTRODUCCIÓN
Uno de los factores importante a lo largo de nuestra historia como hondureños ha sido la revolución indígena, ya que esta misma es la que generó el indicio de la independencia de nuestro país y nos deja bien puestos como territorio revolucionario dentro del continente. Así mismo; una de las muertes más icónicas de nuestra historia es la de nuestro héroe El Cacique Lempira , la cual no tiene una verdad establecida ya que hay muchos huecos dentro de la misma. Por lo tanto, tras una amplia investigación sobre dichos temas que están conectados entre sí, expondré los datos históricos encontrados de manera clara y objetiva.
ANTES DE LA CONQUISTA ESPAÑOLA
Las apariciones más tempranas de ocupación humana en suelo hondureño, tanto en su sector central (sitio arqueológico del El Gigante, cerca de la Esperanza), como más al sur se remontan al 8000 antes de Cristo, por parte de cazadores y recolectores nómadas, algunos arqueólogos opinan que los primeros compatriotas hondureños pudieron vivir en el 9000 y el 5000 a.
Antes de la Conquista española Honduras fue poblada por una mezcla de pueblos indígenas representando una amplia variedad de orígenes culturales y lingüísticos, así como variadas costumbres. Entre estos grupos se destacaron los mayas, los cuales estaban relacionados con los mayas de Yucatán y Guatemala. Los mayas se extendieron a través del valle del Río Motagua, centrando su control en el principal centro ceremonial de Copán, cerca de la actual ciudad de Santa Rosa de Copán, durante tres siglos y medio, los mayas desarrollaron la ciudad, convirtiéndolo en uno de los principales centros de su cultura, la cultura Maya prosperó entre 250 D hasta 1200 D.
En la parte nor-occidental dominaban otros pueblos, como los náhuatl los cuales habitaban en el valle de Naco y Trujillo, los chortis localizados en Cortés, Copán y Ocotepeque y los lencas, que se extendían por los departamentos de Santa Bárbara, Lempira, Intibucá, La Paz, Comayagua, Francisco Morazán y Valle y parte de lo que hoy comprende el territorio de El Salvador este último grupo era el más grande en población.
El resto del territorio hondureño fue habitado por pueblos provenientes del sur del continente, regidos por relaciones de producción comunal primitivas. Entre estos pueblos se encontraban xicaques, pechs tawahkas y misquitos que, en su conjunto, formaban la mayoría de la población restante del país. Fue hasta después de la segunda mitad del año 1700 que se conformaron otros grupos étnicos, a lo largo de la zona costera del litoral Caribe: los garífunas y los negros de habla inglesa los cuales hasta la vez tienen gran influencia en nuestro país.
RESISTENCIA INDÍGENA
El impacto de la penetración española se hizo sentir en honduras incluso antes de que se llevaran a cabo las primeras exploraciones, y eso fue a medida que la población indígena del área de las Antillas iba declinando, se practicaban auténticas caserías humanas tanto como en las Islas de la Bahía como en el litoral hondureño, con el fin de reemplazar a los aborígenes de Cuba Jamaica y la española con indígenas hondureños reducidos la esclavitud. Así las primeras capturas se realizaron en el año 1524 y en poco tiempo los aborígenes habían prácticamente desaparecido.
Diversos señores indígenas organizaron la defensa y el contraataque en distintos puntos del territorio, así en valle de sula, el cacique Cicumba hizo frente, a principios de la década de 1530, a uno de los lugartenientes más implacables de Hernán Cortés: Pedro de Alvarado, este que ya había sometido a los reinos indígenas de Guatemala y colaborado previamente en el sometimiento de los aztecas, se hiso acompañar de guerreros guatemaltecos en calidad de aliados y venció a la resistencia local. Sin embargo, todavía faltaba someter a los lencas.
Resistencia Lenca
Cuando el rey supo la muerte de Albitéz, nombró como gobernador de Honduras a don Francisco de Montejo, Adelantado de Yucatán y que poco antes había dejado el mando de ese territorio. Al tener noticias del oro descubierto en Gracias, mando al capitán Alonso de Cáceres, para que, en su nombre, tomara posesión del mando de Honduras.
Al llegar a Gracias, Cáceres y sus hombres fueron resistidos por la gente de Alvarado que estaba allí instalada. Se negaron a reconocer a Cáceres, por lo que sus líderes fueron reducidos a prisión. Montejo apresuró su viaje y se presentó con 170 españoles entre soldados y marineros y tomó el mando de la provincia. Comenzó por quitar las tierras a la gente de Alvarado, y se las otorgó a sus amigos. Expulsó a algunos indios guatemaltecos, que se habían ido a establecer allí.
Hecho esto, Montejo mandó al capitán Cáceres a pacificar los pueblos que estaban insurreccionados. Por orden del mismo Montejo, en diciembre de 1537, Alonso de Cáceres fundó la villa de Nueva Valladolid de Comayagua. "Dependiendo Honduras de la Real Audiencia de
Sula, se cree se enfrentaron donde hoy se encuentra el Cerro Palenque. La resistencia tolupana fue derrotada y puesta prisionera junto al rey Cicumba y se les dejó morir por hambre.
Otras versiones conforme a la conquista
Si bien es cierto el nombre de la cacique lenca lempira es el único que ha transgredido a nuestra cultura general, no es el único registrado en los anales de nuestra historia. Pizacura, fue el jefe de la resistencia indígena contra las huestes de Hernán Cortés, cuando este realizó su expedición a las Honduras.
Habiendo llegado Cortés a Trujillo, se dedicó a pacificar la zona, en donde sólo los pobladores de las provincias de Chapagua y Papayeca aplicaron diferentes formas de resistencia: retirarse a las montañas en una primera fase y el combate posterior. Los chapagua se adscribieron pronto a la dominación española, pero los papayecas continuaron manifestando su hostilidad lidereados por Pizacura quién fue capturado; Mazatl asumiendo el cargo de jefe se negó a rendirse y fue capturado y ejecutado por las tropas españolas. Aunque Pizacura recobró su libertad, su pueblo no corrió tal suerte ya que fueron vencidos y esclavizados 1526, conquistadores al mando de Diego de Salcedo incursionaron en Ulancho el Viejo en busca de las huestes del cacique Benito, Señor de Silca. También corrió la suerte de sus compañeros al ser capturado, murió al ser lanzado a una jauría que le dio muerte. Pese a ello, la conquista fue detenida temporalmente en esta parte del país.
1530 fue el año de Copán Galel. Tropas de Hernando de Chávez se enfrentaron al chortí al mando del jefe supremo Copán Galel y les obligaron a replegarse hasta el actual departamento de Ocotepeque en una resistencia que sólo prolongaría el anunciado final. Cinco años más tarde Francisco de Montejo por entonces Gobernador de la Provincia de Higueras y Cabo de Honduras, envió al capitán Alonso de Cáceres a pacificar a los lencas que mantenían una fuerte resistencia en la zona centro occidental de Honduras. Llegado a fines de 1536, Cáceres emprendió una tenaz lucha que controló la mayoría de las rebeliones exceptuando la del cacique Elempira quién operaba en Cerquín con más de dos mil hombres. De acuerdo a la probanza de méritos de Rodrigo Ruiz, el bravo jefe fue derrotado en lucha cuerpo a cuerpo, pese a ello la rebelión continuó hasta el año de 1539 en que se dio por pacificada la zona.
LA VERDADERA HISTORIA DEL CACIQUE LEMPIRA
La versión tradicional sale de unos escritos del cronista español Antonio de Herrera y Tordesillas, de 1626. Pero Martínez y Argueta afirman que, del siglo XVII, hasta la mitad del XIX nadie escribió́ sobre Lempira como el cacique defensor del territorio hondureño, sino hasta que “José́ Milla y Vidaurre, que era un gran poeta, un gran escritor, un gran novelista, en Guatemala escribió́ toda esa historia de Lempira (basada en lo escrito por Herrera) y aquí́ la agarraron como texto histórico, por lo que esa es la versión que le enseñan a uno”, afirmaba Mario Felipe Martínez.
Argueta expresó que por este poema épico los criollos y mestizos supieron de la existencia del personaje de origen lenca llamado Lempira, y Rómulo E. Durón fue de los primeros historiadores que investigó sobre él “y su fuente principal para redescubrirlo fue la Historia de las Indias escrita por el cronista español Herrera”.
Durante muchos años, la existencia de Lempira fue objetada en vista de lo inverosímil que se narraba su muerte, sin embargo, la vista del documento encontrado por el Dr. Mario Felipe Martínez Castillo, nos permite conocer la verdad histórica de los sucesos que acaecieron en aquellos días. No se trata de que existan dos versiones sobre la muerte de Lempira: se trata de que se ha esclarecido un mito histórico y la verdad ha salido a la luz, tal como ocurrió y no, como nos la inventaron.
Elempira fue un hombre lenca, jefe guerrero de Cerquín, quien fue comisionado por el cacique Entepica para que organizara la resistencia a la penetración española, en 1537, teniendo como base de operaciones el peñón de Cerquín, aliándose con el sub-grupo Lenca de los Cares. Según las crónicas españolas, logró reunir un ejército de 30,000 soldados, procedentes de 200 pueblos. Su ejemplo sirvió para que otros grupos aborígenes se alzaran también en armas en el Valle de Comayagua. Los intentos hispanos por derrotarlo, dirigidos por Francisco de Montejo y su lugarteniente Alonso de Cáceres, resultaron infructuosos.
“.. saben que viendo yo el dicho Rodrigo Ruiz lo que se hacía y estábamos en gran peligro todos los españoles pues era público que venían todos los naturales de la provincia a darnos guerra y que no podía ser menos que al salirnos del dicho Real para nos volver al asiento de Siguatepeque como estaba mandado nos habían de matar e tomar vivo algún español por estar como estábamos muchos de ellos heridos e malos que no podían pelear, yo el dicho Rodrigo Ruiz como celoso el servicio de su Majestad poniendo en gran peligro mi persona por evitar tanto mal como se esperaba procure entrar en el dicho escuadrón de los enemigos con mi espada y rodela y fui a la parte y lugar do estaba animando a su gente el dicho capitán llamado Lempira el que traía vestida y las armas de los españoles que había muerto y peleando con él le mate y córtele la cabeza la cual por traerla al dicho general recibí muchas heridas así en la cabeza como en el rostro con todo lo cual la saque en las manos y nunca la dese aunque venia peleando y herido de peligrosas heridas de las cuales llegue a un punto de muerte y la cabeza le di al general en sus manos digan lo que saben y vieren para el juramento que tienen hecho y si esto paso así en verdad...”
Con base en su contenido, el Dr. Martínez Castillo concluye: “el levantamiento de Cerquín fue totalmente cierto... el Capitán indígena que lideraba a los pueblos de la provincia de Cerquín se llamaba Elempira”. Con la muerte de Lempira se consolidó el dominio territorial español sobre la región central y occidental de Honduras y se fundaron nuevos poblados, entre ellos Gracias, en 1539. Fernando Cruz sostiene que: “En Honduras se ha tomado acertadamente a Lempira, un lenca, como símbolo de la nacionalidad. Por falta de investigación histórica y de divulgación de lo que ya se ha investigado, su figura parece abstracta y etérea, a veces revestida de falsos ropajes en otras ocasiones...”. Filánder Díaz Chávez lo ha llamado: “guerrero de la dignidad nacional”. Para Roberto Zapata, Lempira “es el pilar de la nacionalidad, porque fue él quien inició las luchas por la libertad y la defensa de Honduras”. Sobre el significado del nombre Lempira, Jorge Larde y Larín sostiene que, en la lengua lenca, lempa quiere decir “señor” (título de alta dignidad o jerarquía); y era, “cerro o sierra”. Uniendo ambos vocablos resulta Lempaera, y haciendo la ligación correspondiente Lempira.., pues, era indio de pura raza lenca o potona, y tal nombre significa “Señor de la Sierra”.Lo cierto es que en el documento referenciado, se nombra a un tal Elempira, por lo que tampoco puede considerarse que el nombre haya sido falso.
A continuación, ponemos a disposición la versión de Herrera y Tordesillas sobre la muerte de Lempira:
“El Adelantado Montejo, en viéndose pacifico Gobernador de Honduras, quitó los repartimientos a cuantos los tenían por don Pedro de ́lvarado, como se dijo, y echó de la tierra todos los indios, que voluntariamente fueron de Guatemala, y trató de pacificar los pueblos que aún no estaban seguros e usó mucha diligencia, e industria como persona de prudencia; y cuando pensó, que toda la tierra estaba con quietud, de que mostraba mucha gloria, como lo había escrito al Vicerrey don Antonio de Mendoza, se levantó́ un valiente indio en una provincia llamada Cerquín, en los términos de la ciudad de Gracias a Dios, puesta entre Sierras dificultosa para ser conquistada. Este indio, llamado Lempira, que significa señor de la sierra, convocó a todos los señores de la comarca, con los cuales, y los naturales juntó 30,000 hombres; persuadióles él cobrar libertad, siendo cosa vergonzosa que tantos y tan valerosos hombres, en su propia tierra se viesen en la miserable servidumbre de tan pocos extranjeros; ofreció de ser su capitán, y ponerse a los mayores peligros; aseguró, que si estaban unidos sería cierta la victoria para ellos, y prometiendo de seguirle, unos por voluntad y otros por temor, se comenzó la guerra, y mataron algunos castellanos que hallaron descuidados por la tierra. El Adelantado Montejo, sabido del levantamiento, envió desde Gracias a Dios al Capitán Cáceres con algunos soldados castellanos para que pusiese a Lempira en obediencia, el cual ya había mandado fortalecer un peñón muy nombrado que le llamaban Cerquín, y desde allí se defendía con daño de los castellanos, que padeciendo en el sitio, que duró seis meses, grandes trabajos, por haber invernado en campaña, pudiera ser que no acabaran tan fácilmente la jornada, si no sucediera la muerte de Lempira, la cual sucedió de esta manera:”
“Había muchos principales que le seguían en esta guerra, unos contra su voluntad, porque no los tuviesen por cobardes, otros por respeto que tenían a Lempira; y otros hubo que le dijeron que dejase aquella guerra, y tomase por amigos a los castellanos, pues a cabo había de perder; pero el era tan animoso que jamás mostró flaqueza, ni quiso dar oídos a los medios de paz que los castellanos le ofrecían, antes los tenía en tan poco, que desde su fuerte los decía muchas injurias. Visto su mucho atrevimiento, y que no se hallaba modo para aprovecharse de él, el capitán Cáceres ordenó que un soldado se pusiese a caballo, tan cerca, que un arcabuz le pudiese
las que tenía; y cuando no se acertara la suerte de haverle muerto, como se ha dicho, con él se pasara muy gran trabajo”. Tomado de: “Historia General de los hechos de los Castellanos en las Islas y Tierra firme del Mar Océano”, (Madrid, 1601), 4 tomos, de Antonio de Herrera y Tordesillas, nombrado primer historiador de las Indias por el Rey Felipe II.
( Se respetan los fragmentos originales de los textos investigados con sus respectivas fuentes).
MITOS Y REALIDADES SOBRE LA HISTORIA DE LEMPIRA
En la escuela nos enseñaron que Lempira era un cacique. Martínez apuntó que esto es falso, ya que era un soldado común y corriente a quien por ser joven y fuerte los jefes ancianos “lo nombraron jefe de batallón”. Esto el historiador lo sustenta con la probanza de méritos de Rodrigo Ruiz, quien lo menciona como “indio capitán”, a lo que Martínez agregó que el español no pudo equivocarse en llamarlo de esta manera, ya que él español estuvo con Hernán Cortés en México, así como en las peleas que hubo con Cuauhtémoc y Moctezuma, luego lo mandaron con don
Pedro de Alvarado a la conquista de Guatemala y posteriormente bajar a Honduras, “estando Ruiz en tantos lugares y habiendo tenido contacto con reyes y todas las demás jerarquías, ¿no iba a saber quién era cacique y quién era un simple indio?”.
Además, el historiador agregó que don Pedro de Alvarado registra que “el más grande señor de estas tierras es el cacique Sicumba, que domina todo el Valle de Sula”, y de igual forma mencionó a otros caciques que los españoles registran.
Otra de las enseñanzas escolares sobre Lempira, es que reunió un ejército de 30,000 hombres, con quienes luchó en contra de los españoles durante seis meses.
Respecto a esto el historiador dijo tajantemente que “ni Honduras ni Centroamérica pueden organizar un ejército así”, y agregó que de haber sido cierto esta sería una zona arqueológica inmensamente rica, “porque hubiera restos de comales, de piedras de moler, restos de todo lo que se necesita para poder hacer todo ese tipo de ayuda para un ejército”.
Y en su libro “Los últimos días de Lempira”, cita lo escrito por Ruiz, quien registró sobre los indígenas que se resistían con Lempira lo siguiente: “copia de dos mil hombres con mano armada nos dieron una guazábara, en la cual nos mataron a Francisco de Mesa y a Juan Gasparín y salimos de dicha guazábara muchos heridos”. Por lo que el ejército de Lempira no era de 30,000 hombres, por esta y la anterior razón.
También los libros escolares registran que después de luchar durante seis meses, los españoles se valieron de la traición para matar a Lempira.
Martínez manifestó en relación a esto tres razones por lo que esto es falso: La primera es que si hubieran peleado por seis meses, ¿cómo no se iban a dar cuenta los indios que en el mismo caballo iban dos hombres, y que uno de ellos iba oculto en la parte de atrás?
La segunda es que el Congolón, donde estaba Lempira cuando llegaron los emisarios españoles mide más de 150 metros, y un arcabuz de aquella época tiene un disparo de corto alcance: 50 metros.
La tercera razón es que en su probanza de méritos Rodrigo Ruiz registró que “yo el dicho Rodrigo Ruiz como celoso del servicio de su Majestad poniendo en gran peligro mi persona por evitar tanto mal como se esperaba, procuré entrar en dicho escuadrón de los enemigos con mi espada y rodela y fui a la parte y lugar donde estaba animando a su gente el dicho capitán llamado Elempira, el que traía vestida y las armas de los españoles que había muerto, y peleando con él le maté y cortele la cabeza, la cual por traerla al dicho general recibí muchas heridas así en
CONCLUSIONES
Como hondureños debemos conocer cada una de las versiones de las historias que nos han contado a lo largo de nuestra vida para abrir las perspectivas y conocer diferentes puntos de vistas de los historiadores.
Al realizar esta investigación, se puede conocer a profundidad cada uno de los puntos ocultos que no salieron a luz y no nos dijeron en nuestra vida.
A pesar que dicen que Lempira no es un héroe nacional, representa lo que un verdadero compatriota debe hacer para defender su patria, así que, se le considera de esa manera porque es un ejemplo de sacrificio por sus tierras y eso es lo que lo hace un héroe nacional.
ANEXOS
Conquista
Comienzo de la resistencia
Resistencia indígena
Mario Martinez, Historiador hondureño
Martínez Castillo, Mario Felipe, Los últimos días de Lempira y otros documentos,
Ediciones Nueva Universidad, 1a. Edicín, 1987
Revolu Indigena - Nota: 10
Materia: Hist Honduras (HHG-0401)
Universidad: Universidad Tecnológica de Honduras
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